No morirá nunca de ser, ella le trae agua de lejos;
pero le roba oxígeno, sol.
Crecerá lo justo y necesario
y será bello, pero feliz?
Aquel de enfrente torció su cuerpo
para llegar al sol;
parece dolerle...
"pobre", dicen al verlo.
No hay armonía en sus formas,
sólo vida, trabajo, sacrificio.
Nadie querrá retratarlo nunca...
Colores rozagantes de la Asarina Erubescens,
inquilina de la perfección ante el ojo humano,
observaban penosos al árbol de enfrente.
Sonríen en burlas, susurran. Se siente...
Pero Él sólo lo mira en silencio,
se pregunta si Él pudiera...
Se imagina doblegado ante ese sol,
abandonando la perfección que llama al retrato.
Al árbol de enfrente
nadie le impide seguir creciendo,
nadie espera nada de él;
desde el primer verano,
cuando lo trajeron y no dio frutos,
no quiso.
Sabrán que es feliz?
Asarina no deja entrar más inquilinos,
al menos no como el árbol de enfrente;
ella sabe que quien la puso allí
pronto vendrá a recortarle los brazos,
ya saben la "armonía".
Aquel de enfrente torció todo su cuerpo,
para llegar al sol.
Parece dolerle...
El otro solo lo mira en silencio,
se pregunta si Él pudiera...
Si Él pudiera abandonar
lo que todos esperan de Él,
para ser feliz,
como el árbol de enfrente...
AUTOR: Florencia Vocos.
FACEBOOK: Florencia Vocos.
MAIL: yamilaflorenciavocos@hotmail.com
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