Brisa Infernal - Gen0vev0

Aquí, donde el tiempo no se detiene, la vida culmina.

Aquí, donde la muerte comienza.

Transito nervioso observando tras mi espalda. Atravesando miradas aturdidas, complejas, por ríos de sangre incrédulos, que nos reservan un lugar remotamente donde comienza la irracionalidad.



Cauteloso tomo la esquina-Con la mirada fija, fría e impaciente-, el aire me observa, me acecha. Ya, del otro lado del camino, me siento reflejado en el viejo, en el niño, en la Mujer. Sin esperanza, descarnada esperanza que abrasa con la suave caricia del viento.



Las caricias ardientes del viento inspiran aires de libertad. La libertad, al fin y al cabo virtual, la libertad de un mundo acomplejado. Los caminos de la libertad se encuentran menoscabados, desperdiciados, olvidados. Se van estancando en retenes militares, en retenes federales, en retenes televisivos, en retenes criminales.



Allá, donde existen aquellos que se fueron, que ya no están, que ya no responden nuestras reprimendas de su partida. Aun así, escuchan nuestros pasos bajo la tierra húmeda y fértil, escuchan nuestra soledad. El descanso eterno del olvido. Pero,  quién podría pensar en el dolor, si este infecta el torrente arterial y nuestros ojos. La sangre se coagula en las heridas y el corazón se traga la impotencia.



Existe el universo, universo del olvido, universo plagado de recuerdos, recuerdos sepultados pero ofrendados. Y ¿Qué importarán los pasos? ¡Somos olvido y nada más! Somos la mayoritaria minoría de aquellos que son nada. De aquellos que privatizan los recursos de un pueblo y siguen considerados como los más muertos, sin alma alguna, que no escuchan, que no observan, que no sienten nada. Son los que engañan, los que humillan a la mayoría de la sociedad dormida.



Estoy muerto. Muerto en vida. Cuando prefiero pensar en los otros, no en mi mismo:

¡Muerto!, Sin vida. Sepultado en la tierra. Tierra que presiona mis sentimientos, los pisotea. Asfixia mi oxígeno. Incapacita los candentes procesos de mi locura. Infecta mi cuerpo, mi piel. Desesperado inmensamente mis tripas, mis arterias, los músculos, intentan abandonar mi cuerpo consecuencia del fluido gaseoso oxigenado llamado verdad que dejó un hondo vacío en él. Verdad sensata, verdad que es necesaria para que unos con otros comiencen a pensar, día a día, en la necesidad recíproca.



Las larvas amantes de lo ajeno aman sin excepción, sin saciar, atormentando mi interior, atormentando mi vacío. Estimulan mi sistema nervioso que, por última vez, me hizo recordar las consecuencias de mi vacío:

El poder que utiliza los recursos más viables no para tomar el rumbo de la vida sino para apoyar acciones que destruyen la vida ambiental, la vida humana. El poder que día a día humilla la línea común que trastorna la igualdad.



Cada suspiro humano es un mortífero proyectil atravesando pulmones, cabezas, corazones. Cada suspiro Femenino es un triste e impotente desenlace por las acciones bélicas, por las acciones machistas. Y que no me digan o que no me cuenten de todas las posibles formas existentes porque sé que nada ni nadie logrará desaparecer las infinitas listas de perversiones inhumanas en mi masa cefálica.

¿Realmente somos humanos, hombres? ¿Porqué siempre mis pensamientos van a ti, Mujer? Si sé que cada protesta diplomática, cada decisión internacional tomada sin competente autoridad, cada intervención catastrófica en alguna Nación, sólo desestabiliza el quehacer Femenino:

Libertad, Independencia, Sueños, Igualdad, Docencia, Protección, Revolución.



Así, donde la corrupción es y está al día, perecemos.

Así, donde la muerte no es sino un ligero hilillo de humo que se disuelve en el aire. La vida se consume y nosotros aspiramos y aspiramos. Las cenizas desprendidas se disuelven en recuerdos, recuerdos de esperanza, esperanzadores sueños, donde debemos creer que encontraremos un mejor camino para todos.





[Zozobra]



La guerra antinarco en México, la tengo definida como la mayor acción menoscabada.

Hipocresía real donde el combate no es total. Donde jamás se actuó para prevenir a

Los menos protegidos. Donde el coste humano se encuentra fuera de toda lógica democrática.

Donde es terrible el alcance que sepulta al pueblo. Las consecuencias son inevitables aunque también preventivas.


Autor: Gen0vev0

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Distrito Federal.