Escucho la misma canción en
mis sueños.
Me siento como en un abismo
que se abre debajo de mis pies.
No puedo correr, tampoco puedo
regresar.
Estoy como un incipiente punto
en este caótico mundo.
Su voz inunda mis oídos,
es melodiosa y grave,
me dice que lo haga ya,
pero tengo miedo.
Me inundo hasta los pómulos
he inhalo todos esos recuerdos
pesarosos.
Estoy al final de la cuerda,
todos estos años agonizan en
mi palma.
He querido revivir,
pero no tengo ese espíritu,
este fuego se extingue por
momentos,
no estoy bien en este
elevador.
La rueda gira y gira,
pero yo no existo.
Ya no hay un retorno en la
carretera,
mi llegada a ese sitio sin
nombre
esta próximo.
He decidido quedarme ahí,
ese lugar me parece conocido,
infiernito de pocos,
espera de muchos,
sensación de vacío
y un profundo precipicio.
Quiero ver
el fondo del acantilado.
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