Tienes sueños oníricos
de realidades dispersas,
realidades que alguna vez fueron tuyas
pero ahora sólo ves a través de esos sueños.
Ya no existes en ese plano
sin embargo, estás todavía ahí,
con tus dedos blancos
y tus uñas rotas,
en medio de pasillos
que se amotinan a golpearte.
Ya no estás ahí
pero si estás,
eres un reflejo en las nubes
y en los ojos de los que ya no están.
Los pisos se desangran rápidamente
y unos cuantos corren a decirte que despiertes,
que si te atrapa Dios no volverás más.
Corres a tu trinchera personal
en esos cuartos desconocidos
que alguna vez fueron tuyos
y con tu alma agazapada,
esperas que la agitación pronto termine.
Ya no hay nada de pronto,
en esos pasillos oxidados,
vuelves a una realidad que no está ahí
y gritas de desesperación.
¿Quién eres?
¿Cuántas veces tu alma ha sido reciclada?
No hay respuesta que alcance
a tu realidad
y estás ahí esperando que regrese tu historia,
pero no regresa.
Te toca armarla como rompecabezas
a punta de desgarrarte por dentro.
Estás ahí pero no estás
y te lo vuelves a preguntar,
¿seguirán la luna descorriendo tus sueños?
Chingon inspira a la adaptacion hermozo
ResponderEliminarFelicidades