julio 07, 2014

Escrito de banqueta.

¿Qué más poesía que la vida diaria? La mierda de perro, el canto de las aves que encierras, el cemento que nos consume -y consumen-, las palomas cagando hombros o cabezas, los perros ladrando a su libertad, el hombre atrapado en una rutina donde su único escape de fin de semana es ir a la plaza de la localidad, los vagabundos, los perros callejeros buscando un poco de pan, los indigentes abajo de los puentes, las prostitutas en las esquinas, los bares de mala muerte en el último rincón de la ciudad, los borrachos, los nadie o un pendejo razonando sobre ello.

La poesía debe ser cruda, directa, letal.

Que te duela eso que llaman corazón, que tu cerebro explote, una chispa en medio del inmundo desierto llamado soledad, choques eléctricos recorriendo tu espina dorsal y al final saber que todos en algún tiempo también nos sentimos mediocres.
Hay dos caminos para ello: aceptarlo y cada día intentar ser un poco más libre por medio de la palabra o irte camino al suicidio cotidiano.




1 comentario:

  1. Si es posible quisiera conversar con quien escribió este poema, me encanta

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Noviembre 2012: Mes de Unión y Solidaridad/ Trabajos enviados por compañerxs.

Febrero 2013: Mes de cuentos eróticos.