Me disculpo.

Me disculpo
por escribir palabras para ti.

Me disculpo
por pasar horas pensando en ti.

Me disculpo
si acaso te ofendí con amarte así.

No tengo excusas
no tengo remedio
(ni quiero tenerlo)
te amo sin medida
y no puedo superarlo.

Te pido perdón
por soñarte a diario.

Ruego por tu perdón
si acaso te he molestado con un comentario.

Si mis versos apasionados
queman tu piel
y si mis palabras
laceran tu corazón
de alguna forma.

Perdóname, nunca mi intención
ha sido molestarte con mi amor.

Te muestras evasiva
tan ausente
que me hieres.

No sé si tu me hieres
o yo te hiero
pero nunca he conseguido
ni un gesto tuyo.

(Espera...)
Sé que me desprecias...

Y tan tonto es mi anhelo
que con eso me conformo y muero.

Pido clemencia
mi propósito con imaginarte
nunca ha sido insultarte
y plasmarte en mis poemas.

Aunque lleves nombre de sueño
en todos ellos
y olor de primavera
ruego me perdones
aunque no me quieras.

Me disculpo miles de veces más
por llegar a este vivo sentimiento.

Me disculpo
por verte desnudo en el lecho de mis ilusiones
y fantasear con acariciarte
y dormir en tu regazo.

Me disculpo se llama este poema
y sin embargo dudo
tendrías que disculparte tu
por hechizarme con tu mirada
y enamorarme con cada suspirar tuyo.

Me disculpo si mis sueños junto a ti
te caen mal
y si cada palabra lanzada al viento
te molesta.

Me disculpo amado mío
por hacer de ti un burdo poema
que no tiene ni pies ni cabeza.

Me disculpo
aunque ni siquiera sepas de mi existencia
aquí estoy triste soñador
aferrándose a un poema que nunca leerás.

Me disculpo
por escribirte
por suspirarte
por formarte
por soñarte
por imaginarte
por amarte
por querer vivirte
a cada instante.