“Vian susurró en el oído de su nuevo amante
de turno: - ¡Es hora! Levántate y vete.
El falo recién usado no pudo contener la ira
y golpeó con toda su fuerza esa cavidad suave y húmeda de Vian. Ella sólo
sonrió con crueldad y le obligó a que se fuera.”
Vian era la
chica más guapa que podrías conocer. Y no me refiero a su físico, aunque
probablemente esos pechos redondos y esas caderas tan manipulables eran punto
más al interés de muchos. Era de carácter bueno y su sonrisa conquistaba a
muchos. Aunque ella no creía en nada más que follar sin control y reír sin
parar.
Conocí a
Vian en una salida a otro estado, la vi rodeada de personas ofreciéndole la
mejor de las folladas y el mejor de los palos echados en su vida. Ella sólo
reía y observaba aquellos deliciosos paquetes que se contenían detrás del
cierre del pantalón.
De pronto me
sentí tan atraída a ella, tan
voluptuosa, tan simpática, tan vulgar, tan liberal, tan guarra, tan puta…
Me acerqué como
magnetismo, sus ojos oscuros como la noche me atrajo. La observé de lejos, la
visualicé mientras me acercaba. Ella tenía el porte de la mujer más vulgar que
pude conocer en mi vida. Y no era por su ropa, ni por su forma de hablar, era
porque así era simplemente su imán.
Pero a la
hora de acercarme ella me miró seriamente, la confusión entro a las mentes de
las dos. Ella me extendió su mano, deliciosamente color moreno. Y yo respondí
con la mano tensa porque no sabía qué hacer.
Sonrió
notando mi nerviosismo y yo sonreí notando su hermosa sonrisa. La vi, era
completamente hermosa, me gusto de inmediato. Poniendo a prueba mi heterosexualidad.
Pero no dije
nada, fingí que todo era normal y que ella sólo era una persona más.
Vian me
ofreció cerveza y yo tome con gusto, ella había bebido poco antes. Imagine
tomar de su propia saliva, imaginé que la boca de la botella era la suya, igual
de húmeda y sabrosa que la propia cerveza. La saboreé despacio como hubiera
querido hacerlo en sus carnosos labios en ese mismo momento.
Me asusté un
poco al saber que eso era simple síntoma de lesbianismo porque en mi vida supe
que era eso. Siempre imaginé tener una verga dura en mi entrepierna ofreciéndome
la dureza de un junco, y un par de huevos imitando el sonido de aplausos.
Pero todo
cambió al hablar con ella, con Vian, la hermosa puta vulgar. La perfecta mujer
ideal para fumarse un cigarro después de una buena cogida.
Después de
conocerla, seguí frecuentándola, ya que ella quiso proseguir con la amistad.
Vian, mi
querida Vian, se hizo mi amiga, se hizo mi novia, se hizo mi amante. Vian tomó
la iniciativa para besarme, para tocarme y yo accedí.
Vian tocó mi
entrepierna en una cita en su casa cuando estábamos solas bebiendo un café
riquísimo que preparo ella con sus hermosas manos suaves.
Ella me
envolvió de palabras vulgares, de palabras calientes que después incitaron a
que yo escribiese poesía erótica. Vian sabía que lugares tocar, que parte besar
y que parte lamer.
Ella me dijo
que nunca había estado con una mujer, pero que yo le parecía una buena persona
para pervertir y para corromper.
Recuerdo el
olor de su perfume, era frescura total, era pasión incendiaria, era mi Vian, mi
puta en celo. Mi puta liberal, mi puta
más lujuriosa, la puta que me pudo hacer bisexual.
Me contó que
cosas había hecho y que su vida siempre fue rodeada de sexo desde los 13, era
una ninfómana, deseosa de más y más.
Pero luego
tocó un punto importante, ella nunca supo que era ese sentimiento importante en
la vida, ese impulso y alegría. Ella sólo supo de follar pero nunca de hacer el
amor.
Mi Vian, mi
hermosa Vian era vacía, lo que no llenó el amor lo sustituyo por un pene erecto
y por sexo en cualquier forma. No conoció una caricia por amor pero si por
lujuria. Y contando esto dos lágrimas escurrieron por su bella cara justo
cuando me besaba.
Vian folló
con hombres importantes mientras llenaba sus tangas de billetes de colores,
folló con hombres guapos mientras su lindo resquicio se llenaba de potentes
falos, folló con hombres pobres pero bien dotados mientras su vacio se
agudizaba más y más.
Vian tuvo
sexo conmigo mientras yo intentaba llenar su vacio con palabras hechas verso y
besos llenos de cariño.
Pero Vian no
soportó más, mi preciosa Vian, esa puta de sueños rotos, clavó una navajilla a
su hermosa muñeca justo después de coger conmigo.
Vian, mi
bella Vian dejo sus sueños en medio de mis piernas y luego partió.
Ay mi Vian,
no sabes cuánto extraño tus besos vacíos y tus sueños partidos a la mitad…
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Muy linda poesia , ecelente la manera de narrar no se le ve nada de groseria , mil felicidades al que la escribio
ResponderEliminarincreíble
ResponderEliminarhermosoo!!!!
ResponderEliminarcasi casi describes mi historia con otra chava